Sobre mi

Ese de ahí arriba soy yo y estoy recordando algo que te contaré en un rato.

Pero antes te debo contar que no puedo venir aquí diciendo que mi misión/visión en la vida es cambiar el mundo, que tengo unos valores que hacen llorar de emoción al papa Francisco y que tengo 20 carreras con 500 años de conocimiento acumulado.

No puedo.

No lo veo serio.

Soy copywriter y me dedico a escribir para que la gente lea y compre.

Ese es mi trabajo.

¿Suficiente? ¿Insuficiente?

Ni idea. Depende de lo que busques.

Lo de las misiones para cambiar el mundo o valores que hagan llorar al papa Francisco la verdad ni lo pienso. Eso no me interesa.

¿Por qué te cuento esto?

Porque tengo recuerdos que atesoro, especialmente uno con mi padre, que ya falleció.

Mi padre era un hombre de pocas palabras, pero cuando hablaba, sus historias dejaban una huella.

Una vez, siendo yo un pre adolescente, lo acompañe en su recorrida habitual de trabajo.
Era una especie de tradición que teníamos, una manera de pasar el día juntos y conectar entre nosotros.

Ese día, cuando terminamos la recorrida, fuimos a jugar al pool y me contó sobre su estadía de 2 años en el servicio militar obligatorio en Argentina.

Me acuerdo que jugábamos una bola cada 5 minutos y la gente nos miraba muy mal pero eso no me importo en lo mas minimo.

 

Estaba ahí con él y eramos inmortales.

Me contó como esos 2 años cortaron su juventud y que al salir de allí tuvo que empezar su vida de nuevo.

-Leito (asi es como me llamaba a veces) imaginate que termines el colegio y tengas que hacer el servicio militar y no estar pensando que hacer de tu vida.

Esas palabras entraron en mi mente instantaneamente. Fue terrorifico.

No entre en panico porque un ladron quiso robar mi billetera y salir corriendo entre medio de las mesas de pool. NO.

Ni porque los que estaban esperando para jugar estaban maldiciendo hasta a mi madre y mi abuela. Tampoco.

No, nada de eso, entré en panico por la vida!

Lo que hizo que se me acelerara el corazon dando cabezazos contra mi pecho fue la vida.

Asi que alli estabamos, mi palo de pool y yo muertos de miedo porque debiamos hacer el servicio militar al terminar el colegio.

De golpe.

Sin poder entender que no era la realidad.

Sin tiempo para entender nada.

Sin acumular recuerdos, sin mas noches de Dragon Ball ni cumpleaños con mis amigos.

Todo se habia esfumado con una simple pregunta… Leito, imaginate que tengas que hacer el servicio militar.

Poco a poco fui recuperando el aliente y ordenando mi cabeza para volver a jugar al pool.

No me preocupaba ir a pelearme con 1000 soldados. Sabia que tendria que enfrentarme a ocasiones peligrosas, pasarán y listo.

La angustia era que pasara y me cortara la juventud. Yo solo quiero vivir. Nada mas. Y no hay vivencia mas intensa que la de manejar tus propias decisiones. Sin depender de nada y con las obligaciones que eso supone.

Nuestro unico placer es la libertad.

Y nada mas.

Dicen que en esta sección debes hablar del problema que solucionas y conectar. 

Bueno. 

Entonces debería contarte  que conmigo venderás más. Que un buen trabajo de copywriting, uno bueno de verdad, cambia la vida de cualquier negocio.

 Pero lo debo hacer sutil, sin darme importancia. 

Que no parezca que te quiero vender nada. 

Que vender es malísimo y espanta a todo el mundo. 

El protagonismo debe ser para el lector, o sea, para ti.

Tengo que hipnotizarte y llevarte a otro planeta. Persuadirte.

Luego lo que debo hacer es contar una buena historia personal. Los bilingües lo llaman storytelling.

Yo superé un broncoespasmo en el 96. Desde entonces soy mucho más fuerte. Y libre.

Espero que ya te estés identificando conmigo. Con estas cosas conectas con tu audiencia. Y confían en ti. Tú ya debes estar confiando mucho en mí. O deberías.

Y por último, tienes que incluir una call to action, una llamada a la acción. Que se suscriban, te compren o lo que sea. Pero que hagan algo, que leer es gratis y no vives del aire.

¿Todo bien? Te lo resumo:

Soy copywriter. En eso soy bueno.

En otras cosas no soy bueno.

Tengo sueños y pesadillas.

Me gustan los dias nublados, pasear con mi perro Adonis y recordar las enseñanzas de mi padre.

También me gusta vivir. Sin más.

Si a ti te gusta vivir y además aprender copywriting para que tu cliente también lea y compre, deberías suscribirte. Es gratis.

Con mis suscriptores me comunico por mail y les cuento cosas. ¿Qué no te gusta? Pues te das de baja, que también es gratis.

Y sigues viviendo.